“Desgraciado aquel que no cree en nada” (Víctor
Hugo)
Lo típico es decir, en cada sitio, lo mal que está la
burocracia. Pues bien, fue en Italia donde se inventó ese tópico. Mucho más
pesado, más insoportable que las largas noches que esperaban los pretendientes
ante el lecho de Penélope, que esperaba a Homero destejiendo el sudario que tejía por
el día. Así cumplía su promesa; así mantenía su castidad.
Sufrimos una crisis económica, pero también de
conciencia. Quizás por eso os recomiendo, más que nunca, que pongáis los cinco
sentidos en lo que tenéis alrededor, actuar y no gastar energías en la crítica
y la flagelación, vicios del individuo moderno. Yo no lo consigo, pero lo
intento a pesar de que no vea más que impedimentos para hechos tan normales
como ir a nadar a una piscina. Es necesario explicarlo para que cada cual
extrapole esta forma de vida a cada uno de los ámbitos: político, social,
religioso… Porque lo bueno y lo malo de las cosas se detectan en pequeños
detalles.En Roma, para ir a una piscina climatizada tienes que presentar un certificado médico (análisis de sangre y orina y electrocardiograma). Pruebas que cuestan 80 euros por la seguridad social, que a su vez te exige tener contrato de trabajo para poseer un médico de cabecera, quien te las manda. El maravilloso copago que brilla por su presencia en un país con más de cuatro millones de indigentes que está asfixiado por las tasas. Se ha movido tanto dinero negro aquí (también hoy), que en cualquier establecimiento –incluso una tienda de golosinas- te obligan a coger el ticket de compra por si fuera te encuentras con un policía para revisarlo. Sólo con su aquiescencia, podrás seguir tu curso. Pero aquí nadie habla, por miedo y porque saben que todo se destapará el día que muera Giulio Andreotti, senador vitalicio elegido varias veces capo del estado italiano, líder histórico del Partido Democristiano, uno de los presuntos responsables en el asesinato de Aldo Moro y vinculado eternamente con la mafia. Pero esto es otra historia. La de una caja negra que se abrirá cuando ‘Il divo’ deje de ser inmortal. Vuelva usted mañana.
Es increíble la cadena burocrática necesaria para nadar en una piscina municipal: todo arranca con tener un contrato de trabajo si no, no tienes derecho a nada... y es fácil conseguir un contrato??? en fin! cosas de ser emigrante ;)
ResponderEliminarAmén
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